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El suicidio ecologista de Sri Lanka

Actualmente un 1.6% de la superficie agrícola mundial está dedicada a la agricultura ecológica o agricultura orgánica[1]. A pesar de que esta forma de agricultura ha crecido en los últimos años, podríamos decir que estamos todavía ante un mercado nicho, donde no existe, al menos no todavía, una demanda alta de productos orgánicos a los precios que puede ofrecer esta industria.

A pesar de esto, un pequeño país del sur de Asia, Sri Lanka, ha tenido la valentía de iniciar un programa masivo de agricultura ecológica en todo el país. Sri Lanka es el primer país que ha iniciado una política para transformar todo su sector agrícola hacia la agricultura orgánica.

El propósito de este artículo es analizar el experimento de Sri Lanka con la agricultura ecológica, ¿funciona la agricultura ecológica como reclaman los ecologistas o utilizar tecnologías preindustriales genera problemas de rendimiento agrícola como reclaman los críticos?

Empecemos analizando el proyecto político que dio luz a tan arriesgada iniciativa.

Victoria en las urnas en 2019 e inicio de la aventura de la agricultura orgánica en Sri Lanka

En 2019, en la campaña presidencial de Sri Lanka, el ahora presidente del país, Gotabaya Rajapaksa, prometió una transición del país asiático a la agricultura orgánica en un periodo de 10 años.

Pero parece que el presidente tenía algo de prisa, tan pronto como mayo de 2021, el gobierno de Sri Lanka impuso una prohibición a la importación y al uso de fertilizantes sintéticos y también de pesticidas no naturales tal y como los principios de la agricultura orgánica demandan. Esto, de facto, obligó a los más de dos millones de agricultores del país asiático a practicar la agricultura orgánica. Es decir, el gobierno no promovió el cambio a una agricultura orgánica, sino que lo forzó.

Desde el ministerio de agricultura del gobierno de Sri Lanka esperaban que el rendimiento y la producción agrícola orgánica fuesen similares a los registrados anteriormente. Como vamos a ver más adelante, los resultados sorprendieron de forma mayúscula a los miembros del gobierno.

La última moda en la tecnocracia llega al gobierno de Sri Lanka en 2019

La transición hacia la agricultura orgánica en Sri Lanka no fue realizada de cualquier forma. La transición fue impulsada por un movimiento de la sociedad civil llamado Viyathmaga. Los miembros de este movimiento se proclaman a sí mismos como tecnócratas con principios espirituales (signifique eso lo que signifique). Una de las misiones de este movimiento es[2]:

“Movilizar la habilidad y conocimientos de los miembros de este grupo para innovar y desarrollar estrategias y políticas que influencien la decisión del gobierno para el lograr el bienestar de la población”

En general, en la misión del movimiento se hacen constantes alusiones a académicos, técnicos, profesionales, y a la necesidad de implementar políticas públicas de forma técnica para mejorar el bienestar de la población.

Los miembros de este movimiento tecnocrático presentaron un documento de propuestas de política pública con vistas a las elecciones de 2019. En el documento presentan 10 políticas pública de gran calado. Dentro de la propuesta de política pública denominada “economía centrada en la gente”, se incluye el grueso de medidas de agricultura ecológica, así como la indicación de que deberá ser completamente adoptada en un periodo de 10 años.

Cuando el actual presidente de Sri Lanka gana las elecciones en 2019, coloca como ministros a varios miembros del grupo de autoproclamados tecnócratas. Para lo que a nosotros compete, es de señalar que el nuevo ministro de agricultura es uno de estos autodenominados tecnócratas. Por tanto, parece que el sueño de una agricultura orgánica a gran escala se iba a hacer realidad. Sri Lanka lideraría al ecologismo mundial con la implementación masiva de la agricultura ecológica.

La apuesta del nuevo gobierno por la agricultura ecológica no se iba a quedar en el nombramiento de un ministro. Sri Lanka creó numerosos comités de asesores para implementar las políticas que llevarían al país a disfrutar de los beneficios de la agricultura orgánica y sostenible medioambientalmente.

¿Cómo era la agricultura de Sri Lanka hasta que llegan los tecnócratas al poder?

Quizá es interesante que intentemos contestar a la siguiente pregunta. Exactamente, ¿qué estaban intentando “arreglar” los autodenominados tecnócratas ceilandeses (sí, ceilandés es el gentilicio de Sri Lanka)?

Es decir, ¿había problemas en la agricultura ceilandesa? Vamos a comentar un poco más abajo el problema con los subsidios para la compra de fertilizantes que hacía el gobierno desde hace décadas. Aquí merece la pena recalcar que la productividad por hectárea de terreno en Sri Lanka es superior a la de los países del entorno (sur de Asia) y ligeramente inferior a la de los países de ingreso mediano (entre los cuales se encuentra Sri Lanka). En otras palabras, con seguridad existían problemas puntuales en el sector agrícola ceilandés, pero no parece que existiera un problema urgente que necesitara un giro de 180 grados en la política pública.

Fuente: Banco Mundial

La política de agricultura orgánica de los tecnócratas

A pesar de que no parece que existieran problemas de gran calado en el sector agrícola de Sri Lanka, los autodenominados tecnócratas ceilandeses que acababan de entrar en el gobierno pretendían rehacer de arriba abajo toda la política agraria ceilandesa. Pretendían implementar su programa de agricultura ecológica que habían presentado en su ambicioso programa “tecnocrático”.

Entre las políticas agrarias a implementar para llegar a la deseada producción agrícola ecológica a gran escala estaban:

  • Eliminación de fertilizantes sintéticos,
  • Producción de biofertilizantes en los bosques y humedales del país
  • Creación de más de dos millones de pequeños huertos en pequeñas viviendas para proveer de comida al país.

Todo esto quizá suene muy bien a los ojos del cosmopolita promedio de una ciudad occidental, pero se parece sospechosamente a una forma de producción de alimentos preindustrial (recordamos, la agricultura preindustrial era tan poco productiva que necesitaba aproximadamente que el 90% de la población estuviera dedicada a la agricultura). Actualmente el 25% de la población de Sri Lanka está dedicada a la agricultura (cifra relativamente alta, incluso para un país en vías de desarrollo).

A pesar de esto, los “técnicos” y “académicos” del movimiento tecnocrático estimaban que la productividad agrícola del pequeño país asiático se mantendría a un nivel similar al mostrado en años anteriores.

¿Qué podríamos esperar de la prohibición de utilizar fertilizantes sintéticos?

Antes de analizar los resultados del experimento, nos podríamos preguntar: ante la evidencia disponible, ¿qué resultados podríamos esperar del experimento de Sri Lanka?

En la totalidad de países, aplicar más fertilizante implica mayores rendimientos agrícolas. Aunque la aplicación de fertilizantes tiene un impacto diferente por país (existen otras variables clave que explican la productividad agrícola como el tipo de cultivo, el sistema de riego o la cantidad y calidad de maquinaria agrícola), la aplicación de fertilizantes tiene un impacto positivo en la productividad agrícola en todos los países. Es de destacar también, y como se puede ver en el gráfico, que la aplicación de fertilizantes muestra un efecto positivo en la productividad agrícola, pero el efecto positivo es decreciente (los economistas llamarían a esto, un rendimiento marginal decreciente, y es lo que podemos esperar cuando se incrementa la cantidad de cualquier input productivo variable).

Fuente: Lassaletta, Billen, Grizzetti, Anglade and Garnier (2014)

En estudios de muy largo plazo, se estima que entre el 30% y el 50% del rendimiento agrícola se puede atribuir al uso de fertilizantes inorgánicos.

Algunos científicos y especialistas agrícolas del país escribieron una carta a su presidente alertando sobre los efectos perjudiciales que podría traer la medida de prohibir la importación de fertilizantes. Sus estimaciones eran que en cultivos clave para el país como el arroz o el té, las caídas en la producción podrían llegar al 30% y 50% respectivamente. Se pueden ver los detalles en la tabla.

Tabla 1: Pérdida producción agrícola esperada al eliminar fertilizante y pesticidas artificiales (Sri Lanka)

Fuente: Inorganic fertiliser ban could harm production with major implications | Daily FT

Por tanto, no parece que exista demasiada duda al respecto, la utilización de fertilizantes está relacionada positiva e inequívocamente con la productividad del sector agrícola.Fuente: Inorganic fertiliser ban could harm production with major implications | Daily FT

A la vista de la evidencia disponible, entonces, podríamos esperar que la prohibición de importar fertilizantes sintéticos hiciera caer en picado la productividad agrícola en Sri Lanka.

¿Cuál ha sido el resultado del experimento de agricultura orgánica masiva?

Como no podía ser de otra forma, la caída en la producción agrícola en Sri Lanka ha sido dramática. Sin embargo, la situación es más complicada de lo que algunos análisis preliminares sugieren. Algunos análisis están enfocándose en analizar la producción agrícola total de Sri Lanka en 2021, pero recordemos, el paso a la agricultura orgánica mediante la prohibición de importación de fertilizantes y de pesticidas sintéticos se dio en mayo de 2021. Por tanto, no afectó a todos los cultivos plantados en 2021 y seguirá afectando a algunos plantados después de que se levantara la medida en noviembre de 2021. Vamos a intentar aislar el efecto de la agricultura ecológica en dos cultivos cruciales para Sri Lanka, el arroz y el te y un cultivo clásico, el caucho.

Arroz

El arroz es probablemente el cultivo más importante para Ski Lanka por ser la base de la alimentación de millones de personas en ese país.

Hay dos siembras de arroz al año en Sri Lanka. La primera cosecha inicia la siembra en abril, un mes antes de que se estableciera la prohibición de importar fertilizante y pesticidas, por lo que es altamente probable que los agricultores contaran ya con los insumos necesarios de esos productos para la cosecha en curso. La segunda cosecha de arroz en Sri Lanka inicia el periodo de siembra en octubre, justo antes de que se levante el veto a la importación de fertilizantes (noviembre), demasiado tarde como para que los agricultores puedan proveerse de los fertilizantes y pesticidas necesarios para la siembra.

Todavía con cifras preliminares y no oficiales, se estima que el rendimiento de la segunda cosecha de arroz en Sri Lanka ha caído nada menos que entre un 40 y un 45%., algunas estimaciones en algunas provincias provincias apuntan incluso a un 50% de caída en el rendimiento agrícola. Y eso a pesar de que las condiciones climatológicas fueron muy favorables en el momento de la siembra tal y como recoge la FAO.

Te

El te es el principal producto de exportación de Sri Lanka, representando casi el 10% de sus exportaciones netas del país. El te es el tercer generador de divisas para Sri Lanka después de las remesas y del turismo. Una caída en la producción y en la exportación de te podría hacer mucho daño a una economía que ya sufría de escasez de divisas por la caída del turismo desde 2019 y 2020[3].

Para la producción de te en Sri Lanka tenemos algunos datos más exactos. En febrero de 2022 se está produciendo un 20% menos de te que en febrero de 2021. Como se puede ver en la gráfica, la caída en la producción es sostenida (aunque no tan dramática como en el caso del arroz, debido, principalmente, a que el periodo de maduración es mucho más alto en el te que en el arroz).

Fuente: Forbes & Walker

Caucho

Otro de los cultivos clásicos de la economía ceilandesa es el caucho. Aquí también podemos ver una caída notable. En el primer semestre de 2021 la producción de caucho había incrementado un 15.2% en comparación con 2020. En el segundo semestre, cuando entra en vigor la prohibición de importar fertilizantes, la producción cae un 17.7% en comparación con 2020.

Fuente: Banco Central de Sri Lanka

En el cómputo de 2021 (año completo), parece que la producción de caucho no ha caído, lo que puede llevar a equívocos. Durante el tiempo que dura la agricultura ecológica la producción de esta materia prima agrícola cae en picado.

No puedo dejar de comentar que, tal y como la teoría económica predice, ante la prohibición de su uso e importación ha llegado a aparecer un mercado negro de fertilizantes en Sri Lanka.

Por tanto, parece claro que Sri Lanka acaba de cometer un suicidio económico motivado por las recomendaciones de supuestos expertos que no eran más que ecologistas disfrazados de grandes técnicos.

Parece que además de hacer caso a los desnortados ecologistas, el pequeño país asiático tenía otros motivos para moverse hacia la agricultura ecológica.

Motivos “oscuros” detrás de la prohibición de importación de fertilizantes

Sri Lanka tiene desde hace décadas la política de subvencionar la compra de fertilizantes a los agricultores. El subsidio representaba entre el 48% y el 88% del gasto de fertilizante de los agricultores de Sri Lanka (dependiendo del tipo de cultivo). El gasto en el subsidio fue, en 2020, el 53.6% del gasto total del gobierno en el sector agrícola.

La economía de Sri Lanka sufrió de sobremanera la recesión de 2020 debido a que una de sus principales industrias y fuentes de ingreso de divisas es el turismo. Sri Lanka todavía hoy no se ha recuperado de este enorme golpe sufrido en 2020.

Fuente: Banco Central Sri Lanka; Banco Mundial; Knoema

Ante tal golpe a la economía ceilandesa, es muy posible que se pretendiera acelerar la transición hacia la agricultura ecológica para evitar sufragar un gasto en fertilizantes con un dinero que no se tenía. Es decir, el gobierno ceilandés probablemente quiso matar dos pájaros de un tiro: por un lado, evitaba un gasto para el que no tenía recursos y, por otro lado, implementaba la tan ansiada política promovida por los autoproclamados tecnócratas.

Como vemos, de forma bastante curiosa, Sri Lanka pasó de subsidiar durante décadas la compra de fertilizantes a prohibirlos completamente en mayo de 2021.

La enorme caída de producción agrícola ha provocado una necesidad de importar de emergencia cantidades enormes de comida para evitar una hambruna en el país, eso ha drenado todavía mucho más las reservas internacionales de Sri Lanka como podemos ver en el gráfico. Además, la caída en la producción de te y su menor exportación, también ha provocado problemas en el balanza de pagos y en el casi agotamiento por completo de las reservas internacionales.

Conclusión

Cuando se creó la comisión presidencial para la agricultura verde en Sri Lanka (un comité de implementación de la política pública de agricultura ecológica), se estableció, “de forma enfática”, en la declaración de intenciones que:

“… se iniciaran las acciones para construir una economía agrícola desarrollada y para crear una oportunidad para el consumidor nacional e internacional de obtener productos agrícolas libres de toxinas en la próxima década, así como de introducir cultivos eco-friendly”

La pomposidad de las palabras utilizadas casa muy mal con el resultado de la política pública. A tenor de lo ocurrido en Sri Lanka, y para evitar nuevos descalabros y posiblemente hambre generalizada, sería una buena idea excluir a los ecologistas de las decisiones de política pública con trascendencia real. Lo mejor es dejar a los ecologistas en su actividad y ambiente natural: es decir, dando lecciones de moralidad en las redes sociales.

Aviso legal: el análisis contenido en este artículo es obra exclusiva de su autor, las aseveraciones realizadas no son necesariamente compartidas ni son la postura oficial de la Universidad Francisco Marroquín.

[1] Para ver la fuente, pulsar aquí

[2] Traducción propia

[3] 2019 por una serie de atentados terroristas y 2020 derivado de la pandemia.

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Daniel Fernández

Daniel Fernández

Daniel Fernández es el fundador de UFM Market Trends y profesor de economía en la Universidad Francisco Marroquín. Tiene un doctorado en economía aplicada en la Universidad Rey Juan Carlos en Madrid y también era un fellow en el Mises Institute. Tiene un máster en Economía de la Escuela Austriaca por la Universidad Rey Juan Carlos y un máster en Economía Aplicada por la Universidad de Alcalá en Madrid.

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4 Comentarios

  1. economista Sergio F. Hurtado el 15 abril, 2022 a las 9:24 am

    la agricultura capitalista, fundada en el convencimiento de que la agricultura «es» una industria capitalista mas, desdeña las preocupaciones de los ecologistas, anteponiendo conceptos como productividad, y llenando informes con estadisticas e intentando convencernos que la unica alternativa son el uso extensivo de los agrotoxicos, de los fertilizantes artificiales, y de las semillas geneticamente modifcadas, ideas inmediatistas que pueden llenar los boldillos de los grandes capitales, pero que en definitiva nos llevan al despeñadero climatico, y al final al deterioro del planeta. La agricultura no es un gran negocio, es el mecanismo a traves del cual se obtienen los bienes de consumpo suficientes y necesarios para subsistir, no como hace el gran capital, quemando miles de toneladas de trigo, esparciendo millones de litros de leche, hechos probados y repetitivos en eeuu, «para que la sobre abundancia en el mercado no genere disminucion del precio» y por tanto, como siempre anteponiendo intereses mezquinos a la necesidad urgente de grandes mazas de poblacion mundial, que padecen de hambre y miseria. Como se puede ver son opticas total y diametralmente opuestas, en haras de la supervivencia del planeta como habitat humano, es nuestro deber ir inobjetablemente a la agricultura ecologica sustentable, sin agrotoxicos ni semillas geneticamente modificadas

  2. Carlos Calvo Aguilar,MBA-INCAE 1975 el 15 abril, 2022 a las 7:09 pm

    El movimiento ecologista es de tipo ideológico orientado a empobrecer a los países que lo admiten . Este caso de Sri Lanka es un caso patético que no admite duda alguna sobre la tragedia provocada por el «equipo de supuestos técnicos» que una vez hecho el daño simplemente no aparecen para asumir sus responsabilidades, indudablemente que en este caso hay el otro tema «oscuro» del aprovechamiento del anuncio e imposición de la agricultura orgánica inmediata y el posible «ahorro» por no invertir en el subsidio de los fertilizantes. No se ustedes,pero me parece que es un crimen de lesa humanidad que debería ser llevado a una Corte para aplicar las sanciones debidas, porque las consecuencias serán grabes y envidas humanas si hay hambrina. En Centroamérica un caso de extracción de oro contratado con una empresa internacional en forma pública y con todos los requisitos legales, fue atacada POR los «ecologistas» locales (según se dice comunistas que ante la falta de apoyo han recurrido ahora al Ecologismo) detuvieron las obras y finalmente abrieron el sitio para que «mineros improvisados» llegaran al lugar y causaran destrozos, contaminaron el suelo con cianuro y lo más grave es que el oro lo sacaron de contrabando, provocaron daños en la región y aún hoy la policía no ha podido controlar el abuso. Les felicito por la exposición tan didáctica del caso de Sri Lanka. No podemos vivir en un mundo que niega a la Ciencia su papel en las grandes decisiones nacionales, es el nuevo reino de los ineptos que llamo ineptocracia. .

  3. Iván Rangel el 17 abril, 2022 a las 3:24 pm

    Estadísticamente muy bien presentado, y no dudo de los resultados, pero tiene un sesgo absolutamente obvio en las conclusiones, lo que hace afirmar las intenciones deshonestas de quién analiza. Es obvio que el rendimiento fuese el esperado ( decrecimiento) por múltiples razones que no mencionan , pero si puede aclarar que el plazo para la implementación política fue violento, por implicaciones financieras ( que no dudo que fue ron forzadas externamente) y también los beneficios sanitarios que se producen a largo plazo, con sus consecuentes disminución de costos en salud.

  4. alberto orlando garcía arroyo el 18 abril, 2022 a las 4:33 pm

    En México, mi país, llevamos 100 años, si le repito 100 años con el mismo modelo, una agricultura basada en fertilizantes químicos, y el campo mexicano es sinónimo de pobreza, cientos de hectáreas infértiles, así que no me venga con su moralina, cuántos años necesita la agroecología, le parece que nos vayamos otros cien años, para estar empatados, pobre muy pobre su análisis

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