La gran mentira del precio de los alimentos en Guatemala

Como se menciona en el informe “Las inconsistencias del INE”, publicado recientemente en UFM Market Trends, el índice de precios de los alimentos que publica el INE muestra uno de los crecimientos más altos de la región.

Para comprobar que los precios del INE son correctos se comparan con los precios proporcionados por el MAGA.

En la gráfica 1 y 2 se puede ver este análisis comparativo para el aguacate.  Ambas gráficas miden el IPC del aguacate.

Antes del cambio de base en el 2010, tanto los precios recogidos en el INE como los precios recogidos en el MAGA muestran un comportamiento bastante similar. La correlación entre ambas series es mayor al 60%, por lo que se puede concluir que el comportamiento de las series se asemeja bastante. Sin embargo, a partir del cambio de base en el 2010 se puede ver que la correlación decrece a solo un 26%.

Si analizamos el güisquil, por ejemplo, se podrá observar el mismo comportamiento que el aguacate.

Al igual que en el caso del aguacate, el INE muestra un crecimiento de precios desproporcionado, mientras que en el MAGA existe una tendencia ligeramente negativa. La correlación en el periodo antes del 2010 asciende al 80% mientras que después del 2010 la correlación solamente es del 7%.

Por otro lado, el INE reporta el precio por libra para el güisquil estaba alrededor de Q4.43 para diciembre 2010. Para la misma fecha, el precio aproximado en el MAGA por una libra de güisquil se encuentra aproximadamente en Q2.10.

En mayo de 2017, el precio del güisquil por libra que se utiliza para el cálculo del costo de la canasta básica de alimentos se encuentra aproximadamente en Q37.00. El MAGA muestra un precio alrededor de Q1.00 la libra.

Claramente existen discrepancias en los precios que se publican en estas fuentes, lo que puede sugerir que la metodología de cálculo del INE puede ser errónea y que esos errores están llevando a la sobreestimación de los precios reales de los productos agrícolas en el país.

Si continuamos analizando otros productos agrícolas, se podrá observar el mismo comportamiento que con los ejemplos anteriores.

El caso del maíz es peculiar. El INE después del 2010 muestra un crecimiento promedio de 12.78% pero el MAGA muestra un crecimiento de -0.12%. La correlación entre el INE y el MAGA antes del cambio de base en el 2010 era de aproximadamente 95% pero a partir de la nueva serie de datos la correlación pasa a ser -50%.

En todos los casos de los productos agrícolas que se presentaron anteriormente, el patrón de las gráficas y de los datos es el mismo:  

1) Los precios antes de 2010 entre el INE y MAGA muestran una tendencia y comportamiento similar.

2) A partir de que se hizo el cambio de base en el 2010, la tendencia que siguen los precios del INE no concuerda con los precios que indica el MAGA.

3) Los precios del INE muestran un crecimiento desproporcionado desde 2010 mientras que los precios del MAGA muestran un crecimiento moderado o incluso en algunos casos los precios caen.

4) La correlación entre los cambios de precios reportados por el INE y el MAGA antes del 2010 es bastante alta, en algunos casos superior al 85%. La correlación entre los cambios de precios después de 2010 decrece significativamente o incluso se vuelve negativa.

Conclusión

El crecimiento en los precios de los alimentos agrícolas que muestra el INE en sus estadísticas de IPC parece estar alejados de la realidad. Muchos de los productos agrícolas han visto caer sus precios recientemente (como el maíz) o han tenido un crecimiento más moderado de lo que sugiere el INE.

Un ejemplo claro es el caso del güisquil, el cual puede ser encontrado en los centros de abastecimiento a un precio menor de Q5.00. El INE publica en los anexos de sus reportes mensuales del IPC que el precio por libra del güisquil puede estar alrededor de Q3.00. Sin embargo, de acuerdo con el IPC, el precio se encuentra alrededor de Q37.00 por libra de güisquil. Esto indica que el error de cálculo puede estar en el algoritmo utilizado para obtener el IPC y no en la toma de precios de los productos, dado que los precios de mercado y los precios de los anexos concuerdan.

Por desgracia la metodología de cálculo del IPC no es pública al igual que los precios actuales de cada producto. Al solicitarlos al INE, lo único que se obtiene es el silencio de la institución. Publicar los precios y la metodología que se utiliza para el cálculo del IPC es imperativo en un momento en donde el país necesita la transparencia en las instituciones gubernamentales.