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Ampliaciones presupuestarias, ¿el último clavo del ataúd de las finanzas públicas guatemaltecas?

El Congreso de Guatemala ha realizado ampliaciones presupuestarias de casi Q20,000 millones para atajar la emergencia sanitaria. En otros artículos nos hemos centrado en criticar la composición del gasto aparejada a las ampliaciones presupuestarias y como la mayor parte de las ampliaciones, por desgracia, no llegará a los más necesitados.

El propósito de este artículo es analizar el impacto por el lado de la estabilidad presupuestaria. Es decir, buscamos analizar el impacto de la ampliación presupuestaria de Q20,000 millones en las finanzas públicas. ¿Puede Guatemala permitirse este nivel de gasto?, ¿puede el gasto público poner en peligro la estabilidad macro-económica del país?

¿Es la expansión fiscal de Guatemala pequeña comparada con otros países?

Circula por diferentes medios de comunicación la aseveración de que en realidad los Q20,000 millones de ampliación presupuestaria no es tanto dinero. Al fin y al cabo otros países han impulsado programas de gasto público mucho más ambiciosos que Guatemala[1].

El gasto fiscal en términos de PIB para atender la pandemia en Guatemala parece que se queda algo corto si lo comparamos con algunos países desarrollados. A pesar de ello, Guatemala tampoco es el país que menos gasta de entre los incluidos en la muestra (por ejemplo Guatemala gasta más que Holanda, Grecia, Bélgica, o Hungría)[2].

En la tabla 1 puede verse la cantidad de gasto público y garantías estatales en forma de créditos aprobadas con motivo de la emergencia del coronavirus.

Como vemos, la ampliación presupuestaria de Guatemala queda muy lejos de los programas de gasto de los países más agresivos. Sin embargo, analizar los datos en términos de PIB puede dar lugar a equívocos.

La siempre esquiva cifra sobre PIB

Cuando un grupo de presión en Guatemala quiere aprobar una medida de gasto que le favorece siempre acude a las cifras sobre PIB para justificar “lo barato” que sale la medida. Los economistas también utilizan constantemente este truco cuando justifican el bajo déficit o deuda pública del Estado de Guatemala.

Imagine que usted ingresa Q150,000 al año y tiene una deuda de Q10 millones. Si usted dedicara todo su sueldo a pagar esta deuda tardaría 67 años en saldarla (¡y eso sin contar con los intereses!). Usted estaría en una situación de quiebra. No va a poder pagar nunca su deuda. Imagine, además, que usted tiene 20 vecinos en su edificio o condominio que cobran lo mismo que usted, es decir, entre todos ganan Q3 millones al año. Se puede decir que el PIB de su condominio es de Q3 millones. Ahora imagine que para calcular su nivel de endeudamiento decide utilizar los ingresos de todos sus vecinos en vez de su propio ingreso. Su nivel de endeudamiento ha pasado de ser 67 veces sus ingresos a ser solo de 3,3 veces. De forma mágica usted habría pasado de estar quebrado a tener una posición financiera sólida. Esto es, evidentemente, un sinsentido financiero.

Nadie en su sano juicio calcularía su nivel de endeudamiento utilizando como comparativo el ingreso de sus vecinos. Sin embargo, los analistas económicos hacen exactamente esto mismo cuando analizan el déficit público o el endeudamiento de Guatemala en términos del PIB. El PIB es la creación de riqueza de todos los guatemaltecos, no del Estado de Guatemala. La magnitud más transparente y honesta para conocer el nivel de gasto y endeudamiento de un Estado es el nivel de ingresos del mismo Estado, nunca el nivel de ingresos de toda la sociedad.

Por tanto, vamos a recalcular los paquetes de gasto público para atender la pandemia y ponerlos en términos de ingresos del Estado, no del PIB de la economía. El objetivo es dotar de sentido económico-financiero a los indicadores que utilizamos. El resultado de este ejercicio lo puede ver en la tabla 2.

Cuando comparamos gasto público derivado de la emergencia con la capacidad de pago real, es decir con el ingreso fiscal de cada país, vemos que Guatemala “asciende” dramáticamente en nuestra tabla.

Las ampliaciones presupuestarias de Guatemala están al nivel de los países más poderosos financieramente hablando del mundo. El problema, claro está, es que Guatemala no se encuentra entre los países más poderosos financieramente hablando del mundo. El Congreso de Guatemala se da lujos de rico sin entender muy bien la realidad económica del país en el que legisla.

La puntilla final a unas cuentas públicas que no se sostienen

Si Guatemala hubiera tenido las cuentas públicas saneadas y hubiera establecido un presupuesto original equilibrado para este 2020, es posible que las cuentas públicas aguantaran el enorme golpe que han supuesto las ampliaciones presupuestarias. Por desgracia, la situación financiera del Estado de Guatemala había tomado ya una senda insostenible con anterioridad a la emergencia sanitaria.

El presupuesto original de 2020 ya preveía un desfinanciamiento de más de Q21,100 millones. En el gráfico 1 podemos ver el déficit público de cada año más el déficit previsto para 2020. Desde 2016 la senda de déficit público tomada es insostenible (los datos están en quetzales constantes de 2019, por tanto son comparables temporalmente).

Las finanzas públicas venían recibiendo golpes cada vez más duros todos los años. Especialmente fuerte iba a ser déficit que se esperaba para 2020. Estas últimas ampliaciones presupuestarias pueden ser el último golpe, el golpe de gracia, a las ya maltrechas finanzas públicas guatemaltecas.

Por si fuera poco, en una recesión económica, como la que vamos a vivir los siguientes trimestres, lo normal es que las finanzas públicas también se resientan por el lado del ingreso. Las estimaciones que hemos realizado en UFM Market Trends indican que el ingreso fiscal podría caer entre un 3% y un 13% con respecto al ingreso fiscal registrado en 2019 (la cifra depende del crecimiento económico que se registre en este 2020).

Por tanto, existen tres grandes impactos a las finanzas públicas guatemaltecas en 2020. Estos impactos se pueden ver en la tabla 3:

Estos datos implican un agujero fiscal completamente inasumible para las cuentas públicas guatemaltecas. Si se ejecutan todos los gastos ya presupuestados, el 2020 acabará con más de Q107,500 millones de gasto público. Asumiendo una caída de un 8% en los ingresos públicos[3], el ingreso fiscal de Guatemala en 2020 se situará en algo más de Q59,600 millones. Estas cifras conllevarán un déficit fiscal nunca antes visto de casi Q48,000 millones.

Con el objetivo de dimensionar bien la tragedia que va a significar el inasumible programa de gasto público aprobado en el Congreso de Guatemala vamos a volver a dibujar el gráfico 1 (déficit público en Guatemala), sólo que esta vez vamos a introducir las ampliaciones presupuestarias realizadas por el coronavirus y las estimaciones de caída de ingresos fiscales por caída en la actividad económica:

Conclusión

La estabilidad macro-económica conseguida con tanto esfuerzo durante ya casi dos generaciones de guatemaltecos está en riesgo hoy más que nunca y pende de un hilo.

Los desajustes fiscales suelen ser la primera pieza que cae en un dominó que podría no parar hasta destruir los cimientos más sólidos de la economía de Guatemala. Curiosamente, la segunda pieza del dominó suele ser la estabilidad monetaria, pieza que ya ha empezado a moverse peligrosamente también y que podría traer inflación y crecimiento del tipo de cambio.

Guatemala, al igual que gran parte del mundo, se encuentra en una encrucijada. No es el momento de hacer barbaridades económicas, sin embargo, las emergencias suelen ser los momentos donde más barbaridades económicas se cometen. Los gobiernos, irresponsables por naturaleza en el manejo de sus finanzas[4], han endeudado a Guatemala hasta límites insospechados. Es labor de los ciudadanos exigir cuentas al gobierno de Guatemala y, en la medida de lo posible, exigir deshacer las extensiones presupuestarias irresponsables realizadas recientemente. Si los ciudadanos de Guatemala no exigen rendición de cuentas a las instituciones del Estado, nadie más lo hará.

Aviso legal: el análisis contenido en este artículo es obra exclusiva de su autor, las aseveraciones realizadas no son necesariamente compartidas ni son la postura oficial de la Universidad Francisco Marroquín.

[1] Que otros países impulsen el gasto público en estos momentos no significa que esta medida sea la correcta. El muy chapín “así lo hacen en Europa” podría no ser la mejor guía de actuación en estos momentos.

[2] Como ya comentamos en este artículo, las ampliaciones presupuestarias que aprueba Guatemala, a pesar de que buscan explícitamente atajar la crisis de pandemia, se destinan para muchas partidas presupuestarias que no necesariamente tienen que ver con la crisis ni con la pandemia.

[3] Nuestro peor escenario contempla una caída de un 13,4% y el mejor escenario una caída de un 2,9% en los ingresos fiscales de 2020 con respecto a 2019.

[4] La persona que contrae la deuda y la persona que paga dicha deuda son diferentes en el caso de las finanzas públicas, por tanto es normal que exista un alto grado de irresponsabilidad en el manejo de las finanzas públicas.

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Daniel Fernández

Daniel Fernández

Daniel Fernández es el fundador de UFM Market Trends y profesor de economía en la Universidad Francisco Marroquín. Tiene un doctorado en economía aplicada en la Universidad Rey Juan Carlos en Madrid y también era un fellow en el Mises Institute. Tiene un máster en Economía de la Escuela Austriaca por la Universidad Rey Juan Carlos y un máster en Economía Aplicada por la Universidad de Alcalá en Madrid.

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5 Comentarios

  1. Gabriel Granados el 17 abril, 2020 a las 9:54 am

    Excelente artículo, muchos sabemos que este curso de acción que el gobierno ha tomado afectará la economía del país en los próximos años, pero no teníamos los números que nos vienen a confirmar los temores que se tenían al respecto.

  2. miguel villatoro el 18 abril, 2020 a las 11:38 am

    El mejor negocio en Guatemala, sigue siendo la politica, pero solo para hacer dinero, de una forma facil, Como me dolio cuando un ciudano de origen aleman, a partir de una pregunta que le hice sobre un candidato presidencial ME RESPONDIO de un pueblo corrupto no puede salir un gobernante honesto, ESPEREMOS contradecir algun dia esa opinion TODOS NOS DIMOS CUENTA QUE Cuando el presidente llego al congreso a pedir la ampliacion del presupuesto para la crisis Tenia otros ejes de proyeccion, hemos visto quienes son los primeros beneficiados, Ademas al pueblo le gusta lo regalado,
    y queremos mas aunque a nuestros nietos no les toque nada y que tengan que pagar mil veces mas lo que a mi me da el gobierno. PERO ELLOS SI SABEN esto, pero no importa porque ahorita hay beneficio y conforme mas crisis mas beneficio, Lo importante es dormir al ciudadano.

  3. Luis Fernando Coutiño Pereire el 24 abril, 2020 a las 10:35 am

    Considero que sería bueno analizar la Ejecución Presupuestaria de años anteriores para tener una idea de lo que realmente se gasta anualmente y en cuales renglones, este año se incrementará debido al COVID-19 lo que obligará a cambiar las prioridades (presupuestos flexibles) como mejorar las instalaciones hospitalarias y su equipamiento… En tales circunstancias es necesario:
    1. Con ayuda de la OMS priorizar estándares de los protocolos generales, para contra-restar el contagio; y protocolos especializados que permitan continuar con las actividades económicas, que incrementarán los costos de producción pero que se pueden compensar con la reducción de los precios de los combustibles. Es un problema que hay que verlo a nivel global indicó un científico de la Gran Bretaña, es necesario «Unificar esfuerzos».
    2. No se debe de equiparar los gastos al nivel de Estados Unidos a menos que se incrementaran los ingresos en el presupuesto durante el segundo semestre del 2020; lo cual significaría el reto de incrementar la producción diversificada (ahora respiradores…), algo muy difícil cuando casi el 99.5 % de nuestras empresas son de la micro y pequeña empresa. Requiere un cambio casi obligatorio de reducir o transformar la economía informal para incentivar la economía formal (Economías de Escala).
    3. De alguna manera se debe de cuantificar las donaciones y aportes de particulares y empresas privadas, en la necesidad de salvar vidas, lo cual repercutirá en disminuir el uso de los fondos presupuestados.
    Hace algunos años la Ley del Impuesto sobre la Renta permitía que obras físicas (carreteras, escuelas …) se tomaran en cuenta como pago del ISR.

  4. Steve B. el 11 mayo, 2020 a las 10:23 pm

    A los gráficos # 1 y 2 les hacen falta los montos…

    • Daniel Fernández Daniel Fernández el 12 mayo, 2020 a las 11:05 am

      Son gráficos interactivos. Puede poner el ratón (o el dedo si está en el teléfono) encima y le saldrán los montos.

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