Informe eurozona S2 2018
La economía de la eurozona se tambalea
La dinámica económica mundial se torna más compleja. La guerra comercial entre las dos grandes potencias afecta el crecimiento del resto del mundo y la Eurozona no es la excepción. A pesar de mantener fundamentales sólidos producto de la recuperación de la crisis de 2011, el crecimiento de la eurozona no es tan optimista como se veía hace algunos meses. La inflación objetivo del BCE de 2% finalmente se alcanzó, aunque levemente y la inflación subyacente continúa débil. El BCE continúa en marcha con el tapering a pesar de los temores de desaceleración, y el crédito se ha flexibilizado por mayor competencia interbancaria y una menor percepción de riesgo. De manera no prevista, a inicios de año el sistema financiero ganó liquidez de forma abrupta producto de un reajuste en los estados financieros consolidados del sistema en forma de préstamos de corto plazo a instituciones financieras. Pero este movimiento por liquidez no se vio respaldado por cambios en el diferencial de bonos de corto y largo plazo, o en cambios de las tasas de financiamiento del sistema bancario. No se ven riesgos inmediatos del sistema financiero en este aspecto. Mientras el sistema financiero irlandés ha salido prácticamente del apoyo del BCE, España e Italia mantienen las mismas tasas que hace un año, y Grecia ha mantenido la marcada reducción que necesitaba para salir del enorme rescate que tuvo. Sumado a lo anterior, el déficit fiscal prácticamente ha desaparecido por las políticas de austeridad en la eurozona, aunque surgen temores del nuevo gobierno italiano y español y su mira en presupuestos deficitarios.