¿Son sostenibles las finanzas públicas de Guatemala?
Suele leerse en los medios que la situación financiera de Guatemala es estable. Muchas veces se alardea que el nivel de deuda pública comparado con el Producto Interior Bruto es bajo comparado con otros países de la región. Sin embargo, hay que matizar dichas afirmaciones y entender que las finanzas del Estado no han seguido un rumbo que nos haga pensar de manera tan optimista.
En primer lugar, hay que destacar que el gasto público ha tenido una tendencia a crecer de forma más acelerada a partir del año 2,000 como podemos apreciar en el siguiente gráfico.
La recaudación también ha aumentado considerablemente desde entonces. Sin embargo, veremos que durante los últimos cinco años la brecha entre la recaudación fiscal y el gasto público se ha venido abriendo.
Debemos recordar que en 2012 se aprobó una reforma fiscal que se supondría mejoraría la recaudación fiscal. La evidencia muestra lo contrario. Asimismo, en el presupuesto de ingresos y egresos de 2015 se incluyo el aumento a la alícuota de tres tributos pero fueron suspendidos por vicios legales. Eso provocó que las estimaciones de recaudación para 2015 sean inferiores a las estipuladas en el presupuesto aprobado en noviembre de 2014.
Pero volvamos al punto central. ¿No es Guatemala uno de los países de la región con menor nivel de deuda pública? Actualmente la deuda pública está alrededor del 25.9% del PIB. ¿Es esto bajo? Ciertamente no estamos como El Salvador (56% de deuda pública comparada con el PIB) o Argentina (45% de deuda comparada con el PIB). No obstante, Chile tiene una deuda pública con relación al PIB del 15% y el Perú del 20%. En realidad si nos comparamos con países que lo vienen haciendo bien, no llevamos una tendencia a estar como los menos endeudados de la región.
Ahora bien, para juzgar con mejores herramientas la situación financiera de Guatemala hay que hacer dos observaciones. En primer lugar, el dato relevante no debería ser la deuda pública comparada con el PIB sino contra los ingresos fiscales, pues son estos los recursos con que efectivamente cuenta un gobierno para hacer frente a sus obligaciones. En ese sentido, veremos que la deuda pública es un 228% de los ingresos fiscales. Se ha mantenido arriba del 220% desde el 2012.
En segundo lugar, pocas veces se habla de la deuda que tiene el gobierno central con el Seguro Social, por una parte, y con el Banco Central por las deficiencias netas (ver primer informe de 2015 sobre Guatemala publicado por UFM Market Trends). Si sumamos a la deuda pública antes mencionada la deuda del gobierno para con el Banco Central y el seguro social, las cifras se tornan más escandalosas: la deuda pública sería equivalente al 36% del PIB y del 322% sobre ingresos fiscales.
Instituciones como el Fondo Monetario Internacional han dicho que se considera un riesgo el punto en que la deuda pública alcanza el 250% sobre los ingresos fiscales. Si tomamos en consideración las deudas del gobierno de Guatemala con el Seguro Social y el Banco Central, rebasamos dicha cifra. ¿Son sostenibles las finanzas públicas de Guatemala?
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Edgar Ortiz
Edgar Ortiz es licenciado en derecho por la Universidad Francisco Marroquín. Es máster en economía de la escuela austríaca por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Es director ejecutivo del Centro de Estudios Económico-Sociales (CEES). Es profesor de economía en la Universidad Francisco Marroquín, además es analista en temas de coyuntura en Canal Antigua. Ejerce como abogado asociado en Estudio Jurídico Rivera.
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