El socialismo destruyendo países: el caso de Venezuela
Venezuela era hace unas décadas el país más próspero de Latinoamérica. Sus vecinos miraban con envidia los logros económicos y políticos de la nación que vio nacer a Bolívar.
Después de 2 décadas de estancamiento económico (80s y 90s), los venezolanos decidieron que era momento de probar algo nuevo. El resultado ha sido dramático, Venezuela es hoy uno de los países más pobres de Latinoamérica. Veamos los detalles en este artículo.
Venezuela: de la cúspide a la cola de Latinoamérica
La caída en el PIB per cápita de Venezuela es dramática.
En 1980 Venezuela es el país más rico de Latinoamérica. En 1999, después de dos décadas estancado, todavía ocupaba la tercera posición en Latinoamérica (fue superado en estos años por Argentina y por México). Fue en 1999 cuando entró a gobernar el socialismo del siglo XXI.
Después de dos décadas y media en el poder, el chavismo ha conseguido convertirá a Venezuela en el cuarto país más pobre Latinoamérica, sólo por detrás de Haití, Honduras y Nicaragua.
Venezuela es, con mucho, el país que peor desempeño económico ha tenido en Latinoamérica. Ni siquiera el Estado fallido de Haití lo hace tan mal.
El colapso socialista: nacionalizaciones de empresas
Pero cómo ocurre este desastre económico. Hay mil aristas que explican el crecimiento económico, pero usualmente hay unos pocos elementos que explican el colapso económico.
La sistemática persecución a los empresarios que perpetra el socialismo está detrás del colapso venezolano (y puede explicar prácticamente cualquier colapso económico). Quizá la política más visible de esta persecución es la nacionalización de empresas que llevó a cabo el chavismo de forma muy agresiva desde 2008.
El acero cayó en picado al poco tiempo de ser nacionalizado. Antes de la nacionalización, Venezuela era el tercer productor sudamericano de acero (detrás de Brasil y muy cerca de Argentina) y el cuarto latinoamericano. En términos per cápita, Venezuela era el máximo productor de acero de Sudamérica. En unos pocos años, Venezuela dejó de producir acero.
Con el cemento ocurrió algo similar, aunque tardó algo más en colapsar esta industria. Pero el principio es exactamente el mismo, al poco tiempo de ser nacionalizado, la producción del sector cayó en picado.
Pero no sólo industrias recién nacionalizadas vieron caer su producción. La gallina de los huevos de oro venezolana, su producción petrolífera, dejó de incrementar en cuanto el chavismo llegó al poder. Desde 2014, la producción cayó en picado, mucho antes de la introducción de sanciones por parte de EEUU (cosa que Trump hizo en 2019).
Si analizamos otras ramas productivas, vemos una tendencia que se repite constantemente. Venezuela también era uno de los mayores exportadores de carbón de Latinoamérica en el año 2000. Pero la producción de carbón de Venezuela cayó un 97% entre el año 2000 y el año 2021.
Ante la desesperada situación, los empresarios simplemente dejaron de invertir en Venezuela. Con los últimos datos disponibles, que son del 2017, vemos el colapso absoluto en la inversión en Venezuela. Desde un promedio superior al 20% hasta un 5%. Simplemente los empresarios huyeron de Venezuela después de una década de persecución absoluta por parte de las autoridades socialistas.
El colapso económico es un colapso civilizatorio y humanitario
El célebre Thomas Carlyle denominaba a la economía “la ciencia lúgubre”. Más de 150 años después de la crítica de Carlyle, nos tememos que la lúgubre situación económica de Venezuela ha llevado a un funesto desastre humanitario.
En primer lugar, el desastre económico ha llevado un claro desastre migratorio. Venezuela es el único país de Latinoamérica que pierde población de forma sostenida desde hace una década.
Venezuela es uno de los países con más refugiados del mundo, a niveles de países con sangrientas guerras civiles.
Posiblemente, además de la represión, el principal motivo para la huída masiva de población desde Venezuela haya sido la aparición de hambre. Ahora mismo Venezuela es el segundo país más hambriento de Sudamérica, sólo por detrás Bolivia, gobernado también desde hace décadas por los primos ideológicos de los chavistas.
Muchísimos más indicadores de bienestar social se han deteriorado. Baste decir que en 2017 algunos estudios estimaban que el 3 de cada 4 venezolanos habían perdido peso debido a la falta de alimento. Toda una tragedia social.
En 2019 llegaron los cortes de luz y racionamientos de electricidad debido, en parte, al deficiente estado del parque generador venezolano. Los apagones afectaron al 70% de la población.
Conclusión
Venezuela es un país completamente destruido económicamente debido a décadas de gobiernos chavistas (socialistas del siglo XXI) que han hecho todo lo posible por atacar y despojar al empresariado de sus empresas.
Lo que los fríos números marcan un descalabro sin igual en la economía se traslada en una catástrofe humanitaria de dimensiones colosales.
Obtén nuestro informe exclusivo sobre la metodología que usamos para predecir recesiones. ¡Es gratis!
Daniel Fernández
Daniel Fernández es el fundador de UFM Market Trends y profesor de economía en la Universidad Francisco Marroquín. Tiene un doctorado en economía aplicada en la Universidad Rey Juan Carlos en Madrid y también era un fellow en el Mises Institute. Tiene un máster en Economía de la Escuela Austriaca por la Universidad Rey Juan Carlos y un máster en Economía Aplicada por la Universidad de Alcalá en Madrid.
Obtén nuestro informe exclusivo sobre la metodología que usamos para predecir recesiones. ¡Es gratis!