Efectos de los riesgos geopolíticos. ¿Es Panamá inmune?
El 2016 está resultando ser un año de incertidumbre y alta volatilidad a nivel mundial desde una perspectiva financiera y política. Las políticas monetarias de los bancos centrales de Japón, Eurozona y Suecia contrastan con las que son tomadas por Chile, México y Estados Unidos. El panorama político también está siendo noticia alrededor del mundo respecto a una tendencia de apoyar a los extremos de izquierda y derecha en Europa con el resultado del referéndum alemán la pasada semana, los posibles prospectos de las elecciones primarias de Estados Unidos, el apoyo que recibe Jeremy Corbyn en el Reino Unido y la extrema derecha en Francia. Esta tendencia financiera y política también ha permeado a Latinoamérica, en donde destacan Brasil, Argentina, Bolivia, Venezuela y Panamá.
En el análisis de la coyuntura actual de Latinoamérica es importante empezar por los riesgos geopolíticos que se han generado. Liderado por el caso de Petrobras y corrupción en lo más alto del último y actual gobierno, aunado con una economía en recesión, Brasil afronta una crisis que se ve reflejada en la degradación de su perfil de riesgo en sus bonos por Moody’s y otras agencias de calificación de riesgo. Por el otro lado, el gobierno argentino liderado por Mauricio Macri, ha ido recuperando la confianza en los mercados internacionales con la noticia de un posible acuerdo con acreedores y una posible emisión de deuda para esto. Es importante mencionar las decisiones que está tomando el gobierno de Venezuela para afrontar una dura crisis derivada de estar altamente apalancado por su gasto público y en crisis por el precio del petróleo.
Muchos comentaristas se han enfocado en que Argentina está saliendo victoriosa de este período de incertidumbre en Latinoamérica. Sin embargo, no se está analizando la región en su totalidad ni efectos no intencionados. En Argentina, a pesar de ser visto con agrado por algunos participantes, existe mucho rechazo por parte de la oposición y ello hace que se visualice un camino muy largo para la aprobación de la restructuración de la deuda. Esto se suman protestas por una parte de la sociedad en contra de las medidas de austeridad. Macri comentó que es “austeridad o hiperinflación” dando a entender el rechazo que se genera por sus decisiones en algunos grupos de la población argentina. Es muy pronto cantar victoria para Argentina.
Cuando se analiza a la región en más detalle se puede ver que Panamá está bajo la mirada de los mercados internacionales con mucha expectativa. Panamá sigue inmersa en una crisis política con investigación abierta del ex presidente y varios miembros del gabinete del período anterior están en prisión y otros prófugos, por casos de corrupción. Se espera que Panamá crezca su PIB pero no tanto como el año anterior como lo muestra la gráfica uno.
Lo anterior responde a fuertes inversiones que se están haciendo para la ampliación del metro y que este año arrancan las nuevas esclusas con capacidad para barcos post-Panamax. Es importante mencionar la ampliación del aeropuerto de Tocumen y un sector inmobiliario que no ha parado de crecer en la última década. Además, la apertura comercial que está empezando a tener con Medio Oriente hace atractivo a Panamá en el sector servicios. Recientemente, Panamá emitió una deuda de mil millones de dólares que ha sido perfilada por Moodys con un rating de BBB. A pesar de recomendaciones por parte del IMF, Panamá incrementó su gasto público. El gobierno depende mucho de los ingresos que se genera a través del canal, y se necesita mucho para las inversiones de infraestructura que se están realizando. Sin embargo, los bonos ayudan a cerrar el déficit. Es importante mencionar que Panamá sigue en algunos listados de varias entidades internacionales como un paraíso fiscal. Panamá está llevando a cabo reformas estructurales para cambiar la percepción de estas entidades y esto puede representar un riesgo afectando al sector de servicios. Estas reformas afectan y crean un cambio institucional en los intermediarios financieros que pueden llegar a afectar a este importante sector.
Como se he mencionado en mi artículo anterior, los riesgos geopolíticos son cruciales, en la toma de decisiones este año, por el alcance y efectos que tienen. Panamá está expuesta a un riesgo geopolítico importante, pero parece que éste no ha afectado tanto a este país como lo ha hecho a otros. No es que sea por un diferente grado de corrupción como en Brasil, Bolivia, Guatemala o por arreglos institucionales que generen más confianza. Panamá ha logrado minimizar los efectos geopolíticos gracias a la forma en como está estructurada la economía panameña. Un sector privado pujante, liderando con alianzas público privadas los proyectos de infraestructura y un sector inmobiliario siempre en crecimiento junto a una diversidad en los servicios financieros han dado estabilidad y generan confianza. Es importante mencionar que el flujo de dinero que genera el canal, gracias al comercio internacional, diferencia a Panamá del resto de Latinoamérica. Estos factores han hecho que los riesgos políticos se puedan mitigar, pero el factor más importante que genera la diferencia es la estructura económica de Panamá. Panamá es un outlier en las condiciones de mercado actuales.
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Roberto Morales Chang
Roberto Morales Chang es licenciado en economía con especialización en finanzas, Cum laude, por la Universidad Francisco Marroquín.
Es profesor auxiliar del Centro Henry Hazlitt (UFM) en cursos de Proceso Económico I y Proceso Económico II.
Algunas de sus áreas de interés son teoría monetaria, economía financiera, historia del pensamiento económico, historia económica y empresarialidad.
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